Amor de Muertos

Se encontraba el Catrín sentado en el sillón, contemplaba una gran vista por la

ventana mientras el sol se ocultaba, pero de pronto vino un fuerte ruido, la Calavera por él había venido, se lo llevo al panteón y lo invito a sentarse en una lápida fría y abandonada, aunque familiar y eso lo confundió, sintió un gran escalofrió, pero pronto entendería lo ocurrido.

“has vivido una vida bastante maquillada, más maquillada que la Catrina en plena posada”

El Catrín no dijo nada, pues sabia perfectamente de lo que la flaca hablaba

“Vistiendo galán y bien peinado, con una mujer a tu lado, haciéndoles pensar a los demás que tu camino ah “mejorado”

“Sientes el temor de que descubran que aun sostienes a tu amor del pasado, el

era un joven bello, alto, moreno, con un buen cuerpo, pero indefenso y con conductas afeminadas según el clero”

“Aún sientes remordimiento ¿cierto?, también noto bastante arrepentimiento, pero no lo demuestras porque tu familia te arrojo al miedo, mamá no fue buena en ese momento, solo hizo una oración y te encomendó al cielo, papá coloco su puño para poder corregir tus sentimientos, sentiste el rechazo de todos en ese momento, pensaste que no fue buena idea revelarles tu amor hacia el chico de ojos negros.”

Sus ojos esbozan destellos de unas cuantas lagrimas

“ah pesar de ser un esqueleto también tengo derecho a sentir”

Hablo con voz temblorosa por primera vez el Catrín

“Pero solo me siento aterrorizado y asqueado porque se lo que me harán si me encuentran llorando”

“Desde ese día en el que mi amado murió a manos del rechazo, no puedo caminar por las calles de mi pueblo sin ser señalado y llamado despectivamente maricón por aquella confesión que hizo mi amor en su lecho de muerte, pues un “Te amo” grito”

“Lo sé y lo entiendo” retomo la palabra la flaca, “es por eso que te eh traído aquí, tu tiempo ah acabado, pero tu felicidad ah comenzado, tu querido te espera en el más allá y aunque es triste saber que su cuerpo descansa en esta tumba olvidada, me consuela saber que estarán bien cuando se vuelvan a ver.”

Y aunque muchos lo ven erróneamente como pecado, desde esa noche, un par de amantes descansan en suelo sacro.

Por: Vane Rojas

Lugar: Estado de México