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A esx Chicx Lindx



Cuando apareciste frente a mis ojos (hace un poco más de un par de años), lograste que yo volviera a ver a una persona de la forma en que lo hice contigo, yo creí que sólo sería por un momento, que ese sentimiento sería pasajero; pensé que todo pasaría al salir de aquel establecimiento y que mi vida volvería a ser la misma, o en todo caso, que duraría algunos días con tu imagen en la cabeza y luego todo acabaría, tal cual como me solía pasar con cualquier otra persona que me haya gustado. Sin embargo, a más de 730 días, desde aquella vez que te vi, las cosas no han cambiado, o mejor dicho sí, sí han cambiado, pero no a como me gustaría.

Por mucho tiempo creí que el que me gustaras, era sólo por tu físico, por tu bonito rostro, por tu cabello, o sólo por tu forma de vestir. Pensé que sería algo más físico ese deseo que yo tenía, que sería algo que se enfriaría en cualquier momento, pero el tiempo pasó y las diferentes situaciones me demostraron que yo no podría estar más equivocadx. Intenté, meterme a la cabeza que todo pasaría, y que en el momento en el que te imaginara conmigo en la intimidad, todo podría acabar (nunca me ha gustado la palabra “crush”, sin embargo fuiste a la primer persona a quien consideré así y prometo explicarlo más delante), pero cuando exigí a mi imaginación que me ayudara a acabar con todo esto, creando una escena en la que te viera de una forma no angelical… no pude. Y lo peor viene en la primer Noche en la que te sueño y no vi nada más que tus ojos y tu sonrisa. Fue al despertar en el que entendí que ya todo estaba perdido y que tenía qué aceptarlo, y aprender a vivir con ello. Fue absurdo, pues ni siquiera te conocía bien, tan sólo te había visto en fotografías y algunas veces en persona, mismas en las cuales ni siquiera me dirigiste la vista, mucho menos la vista.

Te “desapareces” por un tiempo, o al menos te pierdo la pista y me hago creer que todo habría acabado. Imagina mi sorpresa y mi cara de “jaja estúpido”, cuando te vuelvo a ver después de tantos meses y mi vista se pierde en tu linda sonrisa; Imagina los escalofríos que recorrieron mi cuerpo al tenerte cerca y ni siquiera poder hablarte, porque mi cobardía nunca me lo ha permitido; ¿Puedes pensar en el momento en el que golpeé mi cabeza contra el muro por no saber sacarte de ella?, Creo que no, puede ser difícil. Tranquilx, no te estoy reclamando nada, contigo nunca lo haría; posiblemente lo único que pueda reclamarte un día, sería el que día a día te veas tan lindx; podría reclamarte el que en cada foto dejes plasmada esa hermosa sonrisa que hipnotiza a más de una persona. Sólo eso podría reclamarte, pero no sería justo, porque no creo que lo hagas con intención y si fuese así, sabes hacerlo muy bien.

Siempre que me ha gustado cualquier otrx chicx, he encontrado la forma de quitar esos sentimientos en un tiempo límite, sin embargo, he aprendido que no con cualquiera se puede hacer, sólo con aquellxs con quienes nunca desearías un futuro; aquellxs con quienes sólo quieres un párrafo del libro que se está escribiendo. Lamentablemente, tú formas parte de esas pocas personas con quien alguna vez quise que se convirtieran en un capítulo completo, o mejor, si era posible, el resto de la historia. Curiosamente con ningunx llegó esa posibilidad; dos de ellos eran heteros, por lo cual era hasta imposible el soñar algo así, y la otra persona, por muy “enamoradx” que me sintiera de ella, era del género con el cual nunca podría llegar a nada, eso lo descubriría años más tarde.

Antes de que pienses en algo malo, no te estoy comparando con nadie, porque de verdad que no tienes comparación alguna.

Siempre he tenido la esperanza de que, un día, este absurdo deseo, o sentimiento que me nació por ti, se desvanezca y por fin pueda dejar todo atrás, pero no ha pasado y creo que si llega a pasar, será dentro de muchos y muy largos años. Cuando por fin comenzaba a dejarte atrás y veía hacía un nuevo mañana, el destino, ese maldito juguetón que le gusta hacerme la vida difícil, me hizo que me volviera a topar contigo, y no sólo eso, sino a interactuar ya más cerca. No sabes lo cansado que fue para mí el mantener mis piernas firmes, tratando de que no me temblaran aquella tarde. Ahí me di cuenta que seguía valiendo madres todo el asunto y que de seguir así, un día me volvería locx.

Me sentí aliviadx en el momento en que supe que tenías a alguien, bueno… aliviado y triste, porque por fin me estaba haciendo a la idea que de pronto te olvidaría, no porque yo quisiera, sino porque sería mi obligación, porque tendría qué hacerlo a la fuerza y, como diría mi abuela, sin rechistar (sólo así me resultan algunas cosas que me suelen ser imposibles). Y todo iba bien, yo sabía que pronto pasaría y formarías parte de mi pasado. Por fortuna me ayudó el que otra persona (confundida con la vida) me enamorara, o eso pensé yo, y me decepcionara. Ahí fue donde mi cabeza dijo “Basta de esto, ya no sobrevivimos a otra más”. Pero, tenías que aparecer de nuevo.

¿Por qué, eh?, ¿Por qué cuando yo te creía lejos de mí y de mi alcance (cosa que aún creo), apareciste? ¿De verdad no pudiste quedarte en aquel lugar donde mis sentimientos no le pudiesen jugar al vergas?; Casi te llegaba a odiar, pero la verdad es que es imposible. Nuevamente mi cabeza volvió a jugar conmigo.

Jamás te dije nada a pesar de que tú ya lo sabías todo. Entendí que te gusta jugar al “Yo no sé nada” y a mí me encanta jugar al “No te diré ni madres”, y ¿por qué?, la respuesta es simple, por cobarde.

Hace años la persona que más amé en su momento, me humilló y me hizo que yo dejara de creer en mí y en mi capacidad para lograr las cosas, poco a poco he ido recuperando esa confianza en mí, pero tratándose de amor, sobre todo, de mi amor platónico, no he podido conseguirlo; o tal vez sí, pero tú haces que yo me baje hasta el inframundo a esconderme.

Tal vez me gusta sufrir, creo que me encanta meterme a nadar en el mar que deja un corazón roto.

Nunca creí en la palabra Crush (te explicaré a lo que me refiero), yo siempre aplicaba la de “Amor Platónico”, pero un día entendí la diferencia entre ambas, y al hacerlo también entendí que pasaste de ser mi crush, a ser mi amor platónico y así te he querido dejar, sobre todo desde que leí una frase en Pinterest que decía: “En verdad, hay sentimientos que es mejor que se queden en lo platónico y es mejor recordarlos así, irreales, inacabados, porque eso es lo que los hace perfectos”. Con esas palabras yo justifico mi cobardía y justifico la culpa de no querer saber qué puede pasar por el miedo que se apodera de mí, lo peor de todo es que el miedo no es a una respuesta negativa, sino a una respuesta Positiva, cosa que dudo muchísimo que llegue a suceder.

Por mucho tiempo creí que el mantenerme alejado me ayudaría a olvidarme de ti, sin embargo falló mi plan. Después, recordé que ya algunas veces (la mayoría) me había sucedido que al conocer bien a las personas me invadía la decepción y las olvidaba, yo creí que lo mismo pasaría contigo y fue donde me resigné a que te mantuvieras cerca; pensé que no tardaría mucho para que mis sentimientos se esfumaran, sin embargo, al conocerte más y más, comenzó a aparecer un enamoramiento, el cual estoy decididx a nunca confesarte, ya no por protección a mí, sino por protección a ti mismx.

No sé si un día llegue a decirte todo esto de frente, puede que tome la valentía necesaria para exponértelo, a riesgo de que te alejes, o puede que me siga callando la cosas pensando en que te podrías quedar, aunque ya me dejaste claro que pronto partirás y no hay marcha atrás. Pero pase lo que pase, sólo quiero decirte una cosa: Si tú te llegaras a alejar, y no hablo de distancia, no me estaría doliendo el perder a mi amor platónico, sino el dolor sería el perder a esx gran amigx y compañerx leal que he descubierto en ti.

El amor siempre va a existir, ya sea de una manera sentimental fuerte o de una gran amistad, incluso de familia, pero siempre estará presente.

Pase lo que pase, tienes a una persona en quien confiar si tú así lo deseas.

Con Cariño tu Etern@ Estúpid@ Enamorad@, a quien no fácil le llegará el olvido.

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